La pasión... el mejor impulso para vender


Debo confesar, que disfruto muchísimo las tertulias con los amigos, incluso, me considero un provocador de oficio. Cuando se me presenta la oportunidad, suelo soltarles algún tema, del que estoy seguro, por su inteligencia y su pasión, me contestarán según sea el caso.

Y así voy en la conversa, avivando el fuego para encontrara en ellos esos otros puntos  de vista sobre una situación, que me enriquecen y que tanto agradezco. Javier Gal, cantante y compositor urbano, es uno de esos jóvenes por el que uno puede sentir que el mundo tiene esperanzas, es un gran amigo de mi hijo, Malaguita, como le gusta definirse, y con una integridad a toda prueba, me permitió, quedarme en su casa en uno de esos viajes a Madrid. Gesto que se aprecia por su cortesía, su amabilidad y sobre todo por las amenas tertulias hasta muy entrada la noche.

Como conozco su pasión por la vida, su genuina preocupación por la gente urbana y sus maneras de encarar la vida, le comentaba un proyecto de emprendimiento en donde el componente “Venta” era determinante para llevarlo acabo.

La reacción de Javier fue inmediata, “Yo jamás, pero jamás podría ser un vendedor” lo que siguió fueron legitimas razones, dolorosos ejemplos y una triste e increíble historia sobre la animadversión que siente muchos hacia todo aquello que signifique Vender. 

Como entiendo perfectamente la carga histórica y etimológica que rodea y oscurece la profesión de vendedor, empecé por explicarle que un 80% de las acepciones de la palabra vender, tiene connotaciones realmente terribles y que a eso, debemos sumarle las malas prácticas y abusos de toda índole que cometen aquellos que dicen llamarse vendedores. De nada sirvió explicar que todos, absolutamente todos somos vendedores y que todos estamos vendiendo algo a alguien y que la venta es un acto eminentemente humano, intrínseco, propio de nosotros.

Puede uno sorprenderse como la reputación de pillos, traidores, falsos y un largo historial de delatores y malintencionados, ha estado grabando en la psiquis de la gente lo que no hace otra cosa que reafirmar mi intención y mi cruzada para devolverme a la profesión de Vendedor, la dignidad, la importancia, el respeto y el  orgullo que éste merece.
Javier sé que ejecutas varios instrumentos, pero ¿cuál de ellos te gusta más tocar?.

Sin duda me respondió: “!La Guitarra!”
Y de todas las guitarras que has tocado o conocido, ¿Cuál de ellas te encantaría más tener y tocar? Y ¿por qué?
Un brillo en sus ojos puso de manifiesto toda su pasión. "Una Martin” respondió sin pizca de duda.

Me conto de la inspiración de su creador, Christian Frederick Martin, en la guitarra Andaluza, de la calidad en su fabricación, aún a mano, de su magnifico e inigualable sonido y de todos aquellos famosos que la habían utilizado en sus carreras, desde Johnny Cash, Elvis Presley, Thom Yorke, Bob Dylan y un larguísimo lista  etcétera.

Javier, y si alguien te diera un puesto de Vendedor de Guitarras Martin, ¿cómo crees que sería tu desempeño?

Deje correr el silencio, abrió los ojos, suspiro profundo, sonrió como si hubiese  descubierto algo importante y como el niño que ha sido pillado en una travesura, me responde:
“Creo que, no solamente podría venderlas, si no que pudiera ser un excelente vendedor de guitarras Martin y con toda seguridad disfrutaría mucho haciendo eso!”

Seguramente, si usted no ha sido vendedor y nunca ha pensado serlo, y tuviese una oportunidad de ofrecer y convencer a alguien de algo que realmente le motiva y le gusta.     Casi con toda seguridad, será usted un gran apasionado vendedor de aquello que tanto le fascina.

Si es que ya no lo es, también le ayudara más fácilmente a convertirse en un experto sobre el tema y a sentirse pleno y feliz de tener ese tipo de trabajo.

Saber lo que le gusta, lo que te apasiona, aquello que harías sin que te pagaran. Será un punto de partida ventajoso a la hora de buscar un empleo o de convertirse en un emprendedor exitoso o en un empleo ejemplar.

Si algo te apasiona... puedes ser el mejor vendedor de ello.

Acércate a aquello que te gusta hacer y encuentra todas las oportunidades que en relación a esa área se puedan presentar.

Y recuerda, la venta está en nosotros siempre, es intrínseca, cada acto donde pretendas intercambiar algo, o simplemente hacer ver al otro tu visión, es una venta !estás vendiendo!. Familiarizarte con el acto humano de vender y comience a sentir respeto por él. Así contribuyes en la tarea de dignificar la extraordinaria y digna profesión de vender.


Recopilado por: Roberto San Juan G.
Imagen de Gerhard Bögner en Pixabay
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